sábado, 14 de diciembre de 2013

“HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, PARA QUE TUS DÍAS SE ALARGUEN EN LA TIERRA QUE EL SEÑOR TU DIOS DE DA” 5º mandamiento Éxodo 20:12.


“Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no las menosprecies” Prov.  23:22.
    Este quinto mandamiento trata de la relación entre padres e hijos.  La familia es la estructura social más importante de la sociedad; es el escenario en el que un padre y una madre trasmiten la vida y ofrecen a cada hijo los cuidados afectivos y materiales que le permitirán crecer.  Los valores morales y espirituales también son transmitidos en este círculo.
   Un  hijo amado aprende a amar, a vivir con los demás y a compartir.  A cambio de todos los cuidados que recibe el hijo, Dios le pide que honre a sus padres, es decir, que los estime, dignos de amor, de respeto y de atenciones.  Cuanto más armoniosa haya sido la relación entre padres e hijos, tanto más fácil resultará para el hijo honrar a sus padres.  Eso no excluye que surjan ciertos desacuerdos entre generaciones, pero serán superados en mutuo respecto. Desgraciadamente frecuentamos a una decadencia de las relaciones familiares,  consecuencia de una degradación moral y espiritual.  A menudo los niños se mofan de la autoridad paterna, y muchos de los hijos adultos ya no honran a sus padres.  Cada vez más padres envejecen y mueren en la soledad.  En nuestra sociedad, caracterizada por la pérdida de referencias y que rechaza la autoridad, este quinto mandamiento, el único que va acompañado de promesa, es de gran actualidad Ef. 6:1-3.
   ¿Cuál es el resultado de toda la incomprensión en la familia? El no conocer la Palabra de Dios. En Deuteronomio 6:4-9 nos dice que debemos instruir a los hijos en todo momento y en 2 Timoteo 3:16 habla que la escritura es útil para todo.  Jesús dijo que el que oye su palabra y cree en él como su salvador tiene la vida eterna Juan 5: 24.  ¿Cuánto hemos pecado ofendiendo a nuestros padres? Jesús aún por estos pecados murió en la cruz, para todo aquel que se arrepienta, pida perdón y así quede perdonado.  De esta manera honraremos a Dios y a nuestros padres terrenales.
    ¿Por qué no nos instruimos en la Biblia, tanto adultos, jóvenes y niños antes de que Jesús vuelva?



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