sábado, 14 de diciembre de 2013

DORMIR TRANQUILO



  “Tendrás confianza,  porque hay esperanza; Mirarás alrededor,  y dormirás seguro” Job 11: 18. “Y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte,  y le crucificaron” Lucas 24:20.
   Cuando los sacerdotes crucificaron a Jesús creyeron que habían acabado con él.  Después de sepultarlo sellaron la piedra que cerraba la tumba, creyendo que así no volverían a saber más de él, quedando tranquilos, en un descanso equivocado Salmo 2:1-3.  Pero Dios resucitó a su Hijo Jesucristo y lo llevó al cielo. Jesús fue confiado a la muerte ya que la profecía aseguraba de él: “Porque no dejarás mi alma en el Seol,  Ni permitirás que tu santo vea corrupción” Salmo 16:10.
   Después de haberlo glorificado a su diestra, lo estableció como Juez de vivos y muertos Hechos 10:42.  Dejó en sus manos el juicio que ejecutará sobre aquellos que no han obedecido a la orden  divina de arrepentirse.  Gracias a la gran paciencia de Dios, todavía existe esta posibilidad, pero no durará para siempre, por eso hay que aprovecharla ahora. No podemos ser salvos si no hay arrepentimiento, es decir,  reconocernos culpables ante Dios. Si estamos convencidos de merecer su justo juicio;  lo único que nos faltaría es creer que el Señor Jesús sufrió ese juicio en nuestro lugar en la cruz del Calvario, y que su sangre vertida nos asegura el perdón de Dios; siempre y cuando clamemos misericordia con verdad “Si confesamos nuestros pecados,  él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,  y limpiarnos de toda maldad” 1 de Juan 1:9.
   Cristo volverá en breve para arrebatar a los suyos y se cerrará la puerta de la salvación Mateo 25: 10; 24:30. Muchos entonces irán al  lugar terrible del infierno. Ante una verdad tan solemne, ¿Cómo podría uno dormir tranquilo y aplazar el momento de creer y arrepentirse? Si usted no cree en Jesús como su Salvador, estará obligado a encontrarlo un día como Juez.  “Dios…manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” Hechos 17:30. Todavía es el tiempo de la gracia, y Jesús dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” Juan 6:37. Muchos ya estamos a paz con Dios y dormimos tranquilos viviendo esa linda realidad y esperado al Señor Jesús en la gloria. Usted también puede ser un mas Salmo 4:8.



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