sábado, 20 de noviembre de 2010

LA PUERTA ESTÁ ABIERTA

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10:9).

Entre las invenciones modernas que sorprenderían a nuestros antepasados, están las puertas automáticas provistas de un dispositivo electrónico, de tal manera que cuando alguien se acerca, se abren por sí mismas. Lo mismo pasa si estoy atento a la voz de Dios que me llama, y me acerco a él, todos los obstáculos que me separaban para mi salvación huirán, así como esas puertas que se abren.

¿Se siente usted cargado con sus pecados, lejos del Dios santo? Jesús le dice: “Ven”, y le tiende la mano. “Yo soy la puerta”. Ven, mis manos fueron traspasadas por ti. Entra, yo pagué la deuda por ti muriendo en la cruz. A cambio de tus pecados, recibe mi paz. Pero es necesario entrar (reconocer que somos pecadores y pedir perdón). Si usted se queda en el mismo lugar, si se apega a lo que no es, a lo que posee, al medio en que vivió hasta ahora, al pecado que lo esclaviza, no sirve de nada que la puerta esté abierta.
Es necesario responder al llamado de Jesús. “Me levantaré e iré a mi padre” dijo el hijo pródigo (Lc 15: 11-32).
La puerta está abierta. Jesús mismo la abrió y la mantiene abierta para aquellos cuyo lugar él prometió, los que aceptaron su sacrificio para el perdón de sus pecados, y recibieron a Cristo como su Salvador. “He puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar…” (Apocalipsis 3: 8).
Luego, en la vida cotidiana, a menudo el creyente se asusta al constatar que no tiene la fuerza para luchar contra la oposición o contra la seducción del mundo. El Señor lo sabe y nos dice: “tienes poca fuerza”. “…pero confiad yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Con esa conciencia de nuestra incapacidad, y confianza, descansamos enteramente en él y avanzamos; porque finalmente vendrá el momento en que el cielo se abrirá para acoger a los hijos de Dios, diciéndonos: “Sube acá”… (Apoc. 4:1).

Pero un día también el cielo se cerrará; como cuando Dios cerró la puerta del Arca de Noé y todos se ahogaron. Hoy es el llamado a entrar a Cristo y salvarse del juicio, el cual está muy próximo a llegar para aquellos que no han aceptado a Cristo como su salvador ¿Qué espera? entre, por favor...

No hay comentarios: