miércoles, 23 de octubre de 2013

LA TORRE DE BABEL

“Por esto fue llamado el nombre de ella Babel,  porque allí confundió Dios el lenguaje de toda la tierra,  y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11:9).

    Muchas generaciones después de Noé, cuando toda la tierra tenía el mismo idioma dijeron: “Vamos,  edifiquemos una ciudad y una torre,  cuya cúspide llegue al cielo;  y hagámonos un nombre,  por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11:4). 

   Durante este tiempo no se observa los sacrificios de animales para llegar a Dios, lo buscaron por sus propios medios, dependieron de un nombre humano (Génesis 11:4). Decisión  contraria a la orden de Dios de depender de Él. El Señor vio la ciudad y la torre que estas personas estaban construyendo “Y dijo Dios: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra,  y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer” (Gén 11:6). 

    Hoy existe la misma confusión, cada persona cree en Dios a su manera, la idolatría es grande (Rom 1:25). El hombre no se conduce por el medio que Dios propuso para la salvación y adoración, la voz de su Hijo (Juan 14:6). Al rechazar a Jesús  cada día existe más confusión. Del sacrificio de Jesús para el perdón de nuestros pecados, nadie quiere saber;   cada cual se aparta por su propio camino, el ser humano se ha entregado al pecado, la predicación del evangelio no importa, no quiere saber nada.

   La Biblia nos da un solo mensaje: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:30-31). “El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo,  conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (Gálatas 1:4). Su palabra unifica y quita todos los conceptos equivocados.  Un arrepentimiento serio, clamar misericordia para el perdón de los pecados y aceptar a Cristo como salvador, es el lenguaje sencillo de fe, para no estar confundidos cuando el Señor descienda por su iglesia (1Ts. 4:16,17).  

   El mundo lamentará haber rechazado a Jesús y nadie en aquel día escapara de su juicio.



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