miércoles, 23 de octubre de 2013

“EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DÁNOSLO HOY” Mateo 6:11

     “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces” Santiago 1:17.

    Cuando empezamos a ganar nuestro sustento, estimamos que lo merecemos debido a nuestros propios esfuerzos, a nuestro trabajo.  Pensamos haberlo merecido, pero no olvidemos que el alimento es un don de Dios.  No sólo es él quien da la salud y las fuerzas para trabajar y alimentarse, sino que también dan a la tierra su fertilidad.  El hombre puede sembrar y regar, pero es Dios quien da el crecimiento Mateo 5:45.
  Pidamos, pues, a Dios que satisfaga cada día las necesidades de nuestros cuerpos Mateo 6:11, y no dejemos de darle las gracias por todo lo que él nos da.  Es un Padre bondadoso, fiel a sus promesas.  ¿Para qué preocuparnos? Un niño no se preocupa por sus alimentos, pues sabe que sus padres le darán lo que necesita.  Contemos con Dios con la misma confianza.  Por más difíciles que sean las condiciones de nuestra existencia, un día podremos decir como David: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado” Salmo 37:25.  Entonces alabaremos a Dios por su fidelidad, pues veremos cómo se hizo cargo de nosotros supliendo a todas nuestras necesidades físicas y espirituales.

   El alimento físico es necesario, pues Dios lo está testificando; Pero Jesús habló de una mejor provisión. Él dijo: “Yo soy el pan de vida” Juan 6:48, ¿De cuál pan y vida está hablando? De él y de la eternidad en el cielo ¿Y cómo se come y llega a allá? Creyéndole Juan 6: 35; 51.   En adelante  todo lo material que él da es añadidura Juan 6:33. Jesús es el verdadero pan que debemos comer, Debemos buscar primero el reino de los cielos.  Otra afirmación real “No sólo de pan vivirá el hombre,  sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Mateo 4:4.

   Todo aquel que se arrepiente, clama perdón y toma a Jesús como su Salvador, el Espíritu santo viene  a él… ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?  Lucas 11:11-13; Efesios 1:13. Y estar para siempre en el cielo en aquella gran cena ofrecida por Jesús “Oyendo esto uno de los que estaban con él a la mesa, le dijo: bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios…” Lucas 14:15-24.   




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