miércoles, 25 de enero de 2012

¡STOP - ALTO!

   “Espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios” (1Samuel 9.27). “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).

   El código de circulación obliga a detenerse cuando se encuentran ante la señal <>.  El saltarse un pare puede ocasionar trágicas consecuencias.  Las prohibiciones que hay en la Biblia tienen el mismo valor que la señal de <>. Sin embargo, hoy en día mucha gente considera que las órdenes terminantes de la Palabra de Dios son medidas inútiles, prohibiciones pasadas de moda u obligaciones insoportables. Al quitar los semáforos. Todo el mundo pasaría por los cruces como quisiese.  ¡Un enorme caos! Al cambiar la orden de Dios, por la unión libre, la inmundicia de relaciones contra la naturaleza, etc. también es fatal “pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,  dejando el uso natural de la   mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros,  cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres,...” (Romanos 1:26,27).  

    Dios establece prohibiciones, y si las ignoramos sufriremos las consecuencias.  Dios nos ama y nos lo demostró al enviar a Jesús: la gracia que salva al pecador, que le da vida y luego le enseña cómo vivir. Jesucristo murió en una cruz por nuestros pecados, al colocar nuestros ojos en él con fe, hacemos un alto en nuestra vida; de un arrepentimiento genuino depende nuestra salvación eterna, de lo contrario el choque es inevitable. “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,  Dios los entregó a una mente reprobada,… estando atestados de toda injusticia, fornicación,... sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios,  que los que practican tales cosas son dignos de muerte,…” (Romanos 1:28-32).  Preguntémonos, ¿Qué vida llevo? ¿Cuántos comparendos tengo? ¿Con cuántos pecados seré juzgado?       

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