lunes, 16 de marzo de 2009

¡ PREPÁRESE PARA NO ESTAR EN EL JUICIO !


“Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina… y no escaparán” (1ª de Tesalonicenses 5:3)
   Terremotos, catástrofes en serie, guerras y crímenes, atentados, muertos por millares…El planeta tiene miedo.  ¿Dónde podemos estar seguros? ¿En casa o en la calle? ¿Le toca una muerte brutal sólo a los malos? No, ésta atañe a todos, incluso a los llamados inocentes, los que consideramos buenos y honestos.

   Si usted supiera que va a ser la próxima víctima, ¿qué haría y qué les diría a sus allegados? ¿Está preparado para ir al cielo? La Escritura dice: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12).    Porque tarde o temprano cada uno de nosotros encontrará: -sea como Dios Salvador si hemos puesto nuestra confianza en la obra de Jesús, quien sufrió en nuestro lugar el juicio de Dios sobre nuestros pecados; -sea como Juez supremo si descuidamos o rehusamos la salvación gratuita.  ¿Desearía usted conocer hoy a ese Dios Salvador?  Sólo se nos abre un camino hacia el cielo: su Hijo, Jesús es el camino, él es la puerta, el único mediador, porque dio su vida y expió los pecados que levantaban una  insuperable barrera entre  el hombre culpable y Dios santo (Juan 14:6; 1ª Timoteo 2:5).
   Al presentarme como soy en mi miseria y humillación, confieso que estoy perdido, pero con fe puedo decir:
Gracias Dios, porque Jesús pagó mi deuda mediante su sangre  derramada en la cruz. Lo acepto como Salvador de aquel terrible juicio. Por tu gracia estoy listo estar en tu presencia; porque “El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2ª de Pedro 3:10). Lector, es urgente el arrepentimiento de sus pecados.

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